1/13/2023

¿Cuál es el porcentaje de grasa ideal en hombres y mujeres?

La composición corporal en el ser humano está formada de materia diversa, entre las muchas sustancias que podemos distinguir señalaremos por ejemplo, el  agua, la proteína, el tejido conectivo, las grasas (o lípidos), la hidroxilapatita (en los huesos), los carbohidratos (como glucógeno y glucosa) y el ADN.

En términos de tipo de tejido, el cuerpo puede ser analizado en agua, grasa, músculo, hueso, etc. En términos de tipo de célula, el cuerpo contiene cientos de diferentes tipos de células, pero notablemente el mayor número de células contenidas en un cuerpo humano (aunque no la mayor masa de células) no son células humanas, sino bacterias que residen en el tracto gastrointestinal.

La belleza del ser humano siempre ha sido asociada en parte a una composición corporal con un porcentaje de grasa bajo y con un buen tono muscular, al menos en los hombres. Esto es algo qué posiblemente haya estado estandarizado y siempre bien visto, al menos en la época más moderna. En las mujeres la cosa cambia, los cánones han ido variando más dependiendo del momento histórico del que hablemos. Una acumulación exagerada de grasa fue bien vista en épocas de guerra y precariedad, también la parte opuesta, la extrema delgadez fue un canon de belleza en el modelaje de los años 90.

Si llevamos el debate al ámbito de la salud, ¿qué podemos afirmar sobre la grasa? La grasa no es mala. Al contrario, es necesaria para las funciones básicas del cuerpo. Y las dietas bajas en grasa de los años 90 arruinaron la percepción del valor de la grasa en la cultura popular. Hicieron creer a las personas que estar delgadas es mejor.

Tener una composición corporal muy baja o una densidad corporal muy baja conlleva riesgos, igual que tener sobrepeso u obesidad. Tener más tejido adiposo no es peligroso, siempre y cuando se almacene en células adiposas sanas que respondan a la insulina. Por todo ello en este artículo relacionaremos la grasa con la salud

La composición corporal idónea

Cuando hablamos del ser humano es difícil estandarizar y señalar como sentencia unos datos irrefutables a la hora de cuantificar un estado idóneo, pero sí podemos orientar y marcar unos rango óptimos, hablaremos de las especificidades y variables que existen a la hora de valorar una composición corporal.

Un porcentaje graso bajo

Tener un porcentaje de grasa corporal bajo puede derivar en problemas físicos y emocionales. Para las mujeres, puede causar amenorrea (la desaparición de la regla y los problemas hormonales subsiguientes). Tanto hombres como mujeres pueden sufrir de una menor función cognitiva. El cerebro está compuesto por un 60% de grasa, así que en caso de malnutrición, el cuerpo empieza a usar grasa del cerebro como carburante para las actividades diarias. Lo mismo pasa con los músculos: sin suficiente grasa corporal, el cuerpo coge los nutrientes de los músculos. Cuando los músculos se reducen, dejan de liberar las hormonas necesarias, lo que resulta en depresión y fatiga. Además, una masa muscular baja provoca una pérdida de masa ósea, y esto significa un aumento del riesgo de padecer osteoporosis y lesiones.

El porcentaje saludable general de grasa corporal para los hombres debería variar del 6% al 20% y para las mujeres está entre el 14% y el 28%. Ten en cuenta que el porcentaje cambia con la edad, pero siempre debería mantenerse dentro de un rango saludable.

Un porcentaje graso alto

El sobrepeso y la obesidad pueden aumentar el riesgo de desarrollar ciertos problemas de salud y pueden estar vinculados con algunos problemas emocionales y sociales. El exceso de peso va a generar desequilibrios hormonales y en ese sentido el riesgo de que aparezcan ciertas enfermedades:

La diabetes tipo 2 es una enfermedad que ocurre cuando la concentración de glucosa en la sangre, también llamada azúcar en sangre, es demasiado alta. Aproximadamente 8 de cada 10 personas con diabetes tipo 2 tienen sobrepeso u obesidad.

La presión arterial alta es una afección médica en la cual la sangre fluye a través de los vasos sanguíneos con más fuerza de lo normal. Este problema puede hacer esforzar al corazón, dañar los vasos sanguíneos y aumentar el riesgo de sufrir enfermedades vasculares, derrames cerebrales, patologías renales y muerte.

La enfermedad cardíaca es un término usado para describir varios problemas que pueden afectar el corazón. Si una persona padece una enfermedad cardíaca, puede tener un ataque cardíaco, insuficiencia cardíaca, muerte cardíaca súbita, angina Enlace externo del NIH o un ritmo cardíaco anormal. La presión arterial alta, las concentraciones anormales de grasas y de glucosa en la sangre pueden aumentar el riesgo de desarrollar una enfermedad cardíaca. Las grasas en la sangre, también llamadas lípidos en la sangre, incluyen el colesterol HDL, el colesterol LDL y los triglicéridos.

Un derrame cerebral es una afección médica en la que se interrumpe repentinamente el suministro de sangre al cerebro, causado por una obstrucción o la rotura de un vaso sanguíneo en el cerebro o cuello. Un derrame cerebral puede dañar el tejido cerebral e impedir que una persona pueda hablar o mover partes de su cuerpo. La presión arterial alta es la causa principal de los derrames cerebrales.

La apnea del sueño es un trastorno común en el que una persona no respira con regularidad mientras duerme o puede dejar de respirar por completo en cortos períodos de tiempo. Cuando la apnea del sueño no se trata, puede aumentar el riesgo de desarrollar otros problemas de salud, como la diabetes tipo 2 y las enfermedades cardíacas.

El síndrome metabólico es un grupo de afecciones médicas que ponen a una persona en riesgo de desarrollar enfermedades cardíacas, diabetes y derrames cerebrales. Estas afecciones son:

  • Presión arterial alta.
  • Concentraciones altas de glucosa en la sangre.
  • Concentraciones altas de triglicéridos en la sangre.
  • Concentraciones bajas de colesterol HDL (el colesterol "bueno") en la sangre.
  • Exceso de grasa alrededor de la cintura.

Las enfermedades del hígado graso son afecciones médicas en las que se acumula grasa en el hígado. Las enfermedades del hígado graso incluyen la enfermedad del hígado graso no alcohólico.

La osteoartritis es un problema de salud común y de larga duración que causa dolor, hinchazón y disminución de movimiento en las articulaciones. Tener sobrepeso u obesidad puede aumentar el riesgo de desarrollar osteoartritis porque el peso ejerce una presión adicional en las articulaciones y el cartílago.

El sobrepeso y la obesidad pueden aumentar el riesgo de desarrollar enfermedades de la vesícula biliar, como cálculos biliares y colecistitis. Los desequilibrios en las sustancias que constituyen la bilis causan cálculos biliares. Los cálculos biliares se pueden formar si la bilis contiene demasiado colesterol.

El cáncer es una colección de enfermedades relacionadas. En todos los tipos de cáncer, algunas de las células del cuerpo comienzan a dividirse sin parar y se extienden a los tejidos adyacentes. El sobrepeso y la obesidad pueden aumentar el riesgo de desarrollar ciertos tipos de cáncer.

Alteraciones hormonales como la aromatización, que es el proceso mediante el cual las hormonas esteroides son interconvertibles. La testosterona y otros esteroides anabolizantes aromatizables se metabolizan parcialmente a estradiol y otros agonistas estrogénicos.